Si está pensando en trabajar y vivir en Estados Unidos, puede que tenga dudas sobre la naturaleza extraña de los entornos profesionales de allí.
Cada nación tiene tradiciones sociales peculiares que hay que entender.
Por ejemplo: sólo si se tiene una perspectiva de la cultura profesional estadounidense se pueden captar los matices que entran en juego en una entrevista. Una comprensión básica de ese mundo le ayudará a evitar obstáculos y habrá menos posibilidades de malentendidos entre usted y el entrevistador.
Este problema, como la mayoría, se resuelve gradualmente con la práctica. Debe jugar el juego como lo hacen los estadounidenses. Aquí tiene algunas pautas que le ayudarán a diferenciar la cultura estadounidense de la que en que se encuentra ahora. Sígalas y tendrá éxito.
1. Sea asertivo en cuanto a sus logros
Si ha leído una buena dosis de libros de sociología y política, habrá aprendido que la sociedad occidental tiene una inclinación individualista, a diferencia de la sociedad oriental, que es más colectivista.
En EE.UU. se hace hincapié en los deseos, las perspectivas y los derechos del individuo por encima del colectivo. Si viene de una sociedad más colectivista, lo más probable es que encuentre esto incongruente con sus valores sociales.
¿Cómo se aplica esto a las entrevistas?
Esto significa que, cuando las empresas estadounidenses realizan entrevistas, los entrevistadores tienden a querer ver la confianza individual. Presumir dentro de lo razonable no está mal visto, como suele ocurrir en otras culturas. Mientras sus “alardes” sean procedentes en su contexto – o sea se ajusten al perfil del puesto- no hay razón para frenar su orgullo profesional.
Enfatice el “yo” más que el “nosotros”.
No haga hincapié en lo que hizo con sus anteriores colegas en los proyectos. Destaque lo que ha hecho usted. Haga que los entrevistadores conozcan sus logros. Hágales ver el valor que aporta como trabajador.
¿Es eso suficiente para ablandar a un entrevistador estadounidense?
Obviamente no.
2. Sea específico sobre sus logros
Antes de acudir a una entrevista, debe saber que todo entrevistador quiere saber el valor personal que usted aportaría a su empresa.
Especificar la naturaleza exacta de su trabajo anterior les ayuda en su propio proceso de evaluación.
Utilice las cuantificaciones: ayuda a ir al grano más rápidamente. Mencione el número de ventas que realizó, la cantidad de ingresos que generó su publicidad o los nombres y funciones de los programas que desarrolló. Estas cifras concretas ayudan a los entrevistadores estadounidenses en su rutina de entrevistas.
Si no es específico, podrían perder el interés en sus palabras. A la mayoría de los entrevistadores les desaniman las divagaciones no estructuradas o vagas y abstractas. Asegúrese de contextualizar sus logros dentro de los objetivos de mercadotecnia, los clientes y el dinero. Empatice con sus entrevistadores: ssegúrase de ponérselo fácil.
¿Hay alguna otra forma de facilitarles las cosas?
Sí.
3. Explique su origen extranjero
Por mucho que no esté familiarizado con la cultura laboral estadounidense, no olvide nunca que usted mismo procede de una cultura diferente. Para los entrevistadores, el entorno del que procede es en gran medida desconocido, así que procure explicárselo.
Por ejemplo, usted es un asesor financiero que ha trabajado en una de las cinco principales empresas financieras de Argentina y que ha estudiado previamente en una de las mejores instituciones educativas del país. Ahora está solicitando un puesto similar en EE.UU. Asegúrese de explicar las credenciales de su anterior empresa y universidad. Explique que están entre las mejores y por qué. Al igual que en el caso anterior, indique los detalles del puesto, las cifras y los proyectos en cuestión.
4. Estudie el perfil de la empresa
Una pregunta habitual en las entrevistas es: “¿Por qué le interesa esta empresa?”.
Cuando se enfrente a esa pregunta, debería haber investigado y anotado los pros y los contras de la empresa. Utilice recursos online como LinkedIn y Glassdoor para ayudarle en esta tarea.
Asegúrese de proporcionar una imagen positiva de la empresa. Dé la impresión de que encaja con sus objetivos profesionales generales. Describa sus metas para el futuro de manera que se alineen con los objetivos de la empresa. Profundice más de lo que esperan de usted. Deles una idea de cómo su empresa cuenta con los recursos necesarios para ayudarle a quedarse con ellos durante los próximos 5-10 años. Nada tranquiliza más a un entrevistador que un objetivo profesional bien definido que garantice la fidelidad.
Y nada les tranquiliza más quealguien capaz de equilibrar una actitud amistosa con una formal.
5. Equilibre la etiqueta informal con la formal
Las entrevistas de trabajo son complicadas en cuanto a los modales. A menudo, es posible que no sepa en qué tono se desarrollará la conversación. ¿Será el entrevistador rígido, formal y directo? ¿O se mostrará amable, flexible y hablador?
Dada la cultura de trabajo liberal y abierta del país, los entrevistadores estadounidenses tienden a la segunda descripción. Pero, incluso dentro de esa atmósfera de cálida cordialidad, seguirán esperando que usted adhiera a la etiqueta básica de dar y recibir. Tiene que darles una idea de los datos y estadísticas de su historial laboral y su disposición a adaptarse a sus requisitos.
No se deje llevar por la amabilidad. No se vaya por las ramas y no de demasiada información personal, eso siempre puede ser contraproducente. Asegúrese de ir al grano en cuanto a su papel en la empresa. Como ya hemos dicho, presuma, pero presuma de las cosas que importan: no les de una historia de vida exagerada, describiendo logros académicos excepcionales conseguidos hace 10 años. Ofrezca un panorama de sus logros del pasado reciente y el futuro cercano. Descríbalo con vigor.
Los entrevistadores quieren saber en qué les es útil en el presente, no les importa lo inteligente que era hace una década.
Una vez que hayan terminado de entrevistarle, pregunte abiertamente sobre los protocolos de la empresa para el puesto en cuestión. Los entrevistadores estadounidenses prefieren a un entrevistado que se interese por el funcionamiento de su empresa y que sea lo suficientemente curioso como para dirigir una conversación en ese sentido: esto demuestra un deseo de aclimatarse a un trabajo lo antes posible.
Nada transmite más confianza que un entrevistado que tiene ganas de empezar cuanto antes. Un entrevistado reservado y tímido puede dar una impresión de indiferencia o arrogancia.
Y eso no es lo que quiere.
6. Sea sincero sobre sus puntos fuertes y débiles
Por último, y lo más importante, no mienta sobre sus debilidades. No sea tímido a la hora de admitir las áreas profesionales concretas que necesita mejorar. Un lugar de trabajo estadounidense abierto requiere empleados que confíen en sus puntos fuertes y en compensar sus puntos débiles.
Si su debilidad es la gestión del tiempo, asegúrese de explicar cómo pretende mejorar su problema. Diga a los entrevistadores que está dispuesto a recibir formación para ponerse al día. Al mismo tiempo, dígales las áreas de experiencia en las que podría ser mejor que el resto. Esto les da una mejor idea de dónde puede encajar.
Al final, aunque ellos tengan el cuchillo de la parte del mango, su misión es hacerles sentir que tiene la suficiente seguridad para desenvolverse por los entresijos de la cultura laboral estadounidense. Si ven a una persona que es consciente de las diferencias, es posible que te elijan a usted en lugar de a los entrevistados que no están familiarizados con la nueva cultura.
Vístase y actúe elegantemente. En caso de duda, póngase un atuendo formal de negocios. En una entrevista de trabajo, siempre es mejor ir demasiado arreglado que no ir bien vestido para la ocasión.