Un botiquín de primeros auxilios bien surtido puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte cuando se viaja. Esto es especialmente cierto para los entusiastas de los deportes de aventura como excursionistas, escaladores, campistas y balseros.
10 artículos que NO pueden faltar de un botiquín de primeros auxilios
- Cinta antitrauma. Incluso si es de estas personas cuidadosas que rara vez se golpean con las cosas, nunca puede prever cuándo puede ocurrir un accidente. Estos apósitos están diseñados para detener el flujo de sangre en caso de que sufras una herida abierta. Uno estándar de 5×9″ de la Cruz Roja cuesta 5 dólares y será suficiente en la mayoría de los casos.
- Surtido de tiritas. Ofrecen un alivio muy necesario en caso de rozaduras o heridas de zapatos que le hayan molestado durante los últimos kilómetros. Abastézcase de diferentes formas (rectangulares, redondas y cuadradas) para cubrir con facilidad las zonas de difícil acceso.
- Cinta adhesiva. Hay un dicho que dice: “Si no puedes arreglarlo con cinta adhesiva, no estás usando suficiente cinta adhesiva”. Esto se aplica también a las heridas. Los principales usos de la cinta aislante en primeros auxilios son:
- Como torniquete improvisado (aunque un cinturón o una camiseta funcionan mejor)
- Para hacer tapones de ojos para proteger córneas perforadas o arañadas
- Para crear férulas para huesos rotos
- Para hacer una válvula unidireccional para heridas en el pecho
- Para cerrar y mantener seca una herida abierta
4.Termómetros (digitales y analógicos). Para todas las veces que no puedas averiguar tu temperatura con el dorso de la mano. Por seguridad, asegúrate de que los termómetros no utilizan mercurio y no son de cristal.
5. Imperdibles, pinzas y tijeras. Aunque no es recomendable jugar con objetos afilados cuando se está lesionado, son imprescindibles. Los imperdibles pueden ayudar a mantener cerrado un vendaje pesado, las tijeras le ayudarán a cortar los vendajes, y las pinzas quitan las astillas antes de que se infecten.
6. Vendas de algodón, gasa y crepé. Todos estos artículos son tan versátiles como hace 250 años. El algodón también tiene muchos usos fuera de los primeros auxilios, como el aislamiento y la absorción de agua.
7. Medicamentos básicos. Estos siete artículos le ayudarán a solucionar el 70% de los problemas que se le presenten durante el viaje
- Aspirina: para dolores menores, reducir la inflamación y los dolores de cabeza.
- Bactina: actúa como un spray anestésico.
- Loción de calamina: ayuda a calmar las irritaciones de la piel. Útil para la hiedra venenosa, el zumaque venenoso y el roble venenoso.
- Campho-Phenique: spray antibiótico (aerosol).
- Paracetamol: analgésico, aunque puede tener efectos secundarios.
- Ibuprofeno: para cuando la aspirina no reduce la inflamación.
- Loperamida: para controlar los brotes repentinos de diarrea.
8. Medicamentos para el aire libre. Estos siete artículos opcionales son imprescindibles si tiene planeadas muchas actividades al aire libre en su viaje:
- Spray antiinsectos. Sería conveniente investigar sobre la vida de los insectos en la zona y abastecerse en consecuencia. Lleve dos repelentes de insectos.
- Repelente de mosquitos. Los mosquitos suelen ser inmunes a los sprays antimosquitos que hay en el mercado; lleve una loción, un spray o un parche para la ropa que los repela.
- Crema antiséptica. Para esos pequeños rasguños contra un árbol o una rama. Utilizarla es tan fácil como aplicarla y olvidarse de ella, pero bien podría salvarle la vida.
- Pomadas antisépticas. Son las que hacen llorar a los niños en la consulta del médico porque pican. Guarde un frasco en su botiquín para los momentos en que la crema diluida no sirva.
- Antihistamínicos. Le salvarán si le sale un sarpullido durante la temporada de alergias o en caso de resfriado.
- Antiácidos. Si viaja, especialmente al extranjero, existe la posibilidad de que la cocina local no le siente bien a su estómago. Para evitar múltiples e indeseables viajes al baño, meta unos cuantos en su botiquín.
- Manta de emergencia. Hacen mucho más que protegerte de los agentes atmosféricos: ell lado brillante desvía el calor y le mantiene fresco, y el lado mate absorbe el calor y le mantiene caliente.
El lado brillante de la manta también puede utilizarse para emitir una señal de SOS en caso de emergencia. Puede retorcerla y utilizarla como torniquete o envolver huesos rotos en una férula.
Cabe en un paquete de bolsillo de 5×7″, así que lleva al menos tres.
9. Polvo de glucosa y electrolitos. Esto sólo es realmente aplicable a zonas soleadas, húmedas o calurosas en las que se tiende a sudar mucho. A medida que el sudor se evapora de la piel, se lleva consigo las sales que tanto necesita el cuerpo. Reponga estas sales periódicamente para evitar deshidratarse.
10. Transpondedores y balizas SOS. Si es usted de los que hacen excursiones al aire libre, escalan, hacen senderismo, acampan, cazan o exploran en la naturaleza, son imprescindibles. Además, no se olvide de informar a alguien en el pueblo más cercano o en el asentamiento de la zona aproximada en la que va a estar: esto permitirá a los grupos de búsqueda encontrarse con relativa facilidad en caso de necesidad.
Factores a recordar
- El almacenamiento es la clave. Asegúrese de que la caja o la bolsa en la que guarda todas sus cosas es impermeable y a prueba de caídas. Al fin y al cabo, no tiene sentido que los suministros se mojen.
- Compruebe las gasas. No se limite a comprar el primer paquete de gasas que vea en el mostrador. Asegúrese de que son gasas hemostáticas, o sea que ayudan a detener el flujo de sangre.
- Abastécete de conocimientos. Los primeros auxilios son una herramienta que puede salvar la vida de alguien, pero, al igual que otras herramientas, son tan buenos como la persona que los utiliza.
- Bolsas para el horno. Abastézcase de unas cuantas bolsas de horno resellables, ya que pueden resultar útiles como almacenamiento impermeable, como bolsa de hielo si las congela, e incluso para almacenar y aislar objetos contaminados.
- Los kits de vuelo son diferentes. No meta pinzas, imperdibles ni tijeras en su botiquín si va a volar, ya que sólo te causarán problemas innecesarios con la seguridad del aeropuerto. En lugar de ello, meta en la maleta el resto de artículos y cómprelos una vez que haya pasado la aduana en su destino.
- Compruebe la caducidad. No sólo es peligroso y posiblemente mortal, sino que en algunos lugares le pueden multar si lleva demasiados medicamentos caducados. Compruebe regularmente sus botiquines y sustituya los artículos caducados.
- Artículos personales. No es aconsejable meter la medicación diaria en el botiquín, porque puede reaccionar con otros artículos, y resulta confuso con la gran cantidad de pastillas que hay.
Su botiquín de primeros auxilios puede salvarle la vida. Sin embargo, si sufre una lesión grave, será necesario un tratamiento profesional, pero esto no es tan sencillo cuando ocurre en un país extranjero: es poco probable que su seguro médico nacional proporcione cobertura fuera de su país de residencia, por lo que para cualquier tratamiento de emergencia que reciba, usted podría ser el único responsable de pagar.
Sin embargo, hay una solución para esto: antes de cualquier viaje internacional, adquiera un seguro médico de viaje o un seguro de viaje. No se limite a comprar el primer plan que vea: investigue y elija una póliza que le ofrezca cobertura para la actividad que vaya a realizar en su viaje internacional. De este modo, si se enferma o se lesiona inesperadamente durante su viaje, la cobertura de su seguro le proporcionará protección financiera para los costes del tratamiento.
Reflexiones finales
No importa lo que meta, todo lo que hay en su botiquín será inútil si no sabe cómo o cuándo usarlo, y en qué cantidades.
Por eso, la Cruz Roja recomienda hacer al menos un curso de primeros auxilios, especialmente si es un aficcionado de las actividades al aire libre.
Los botiquines de primeros auxilios listos para usar se pueden encontrar en farmacias y supermercados locales, y la verdad es que son suficientes en caso de apuro.
Sin embargo, el inconveniente es que puede:
- No llevar todo lo que necesita
- Llevar mucho más de lo que necesita
Ninguna de las dos situaciones es ideal, por lo que siempre se recomienda elaborar su propio botiquín. Por último, lleve siempre un 30% más de lo que cree que va a necesitar.