Cuando se imagina un viaje en la playa, piensa en nadar y en tomar el sol.
Sin embargo, un viaje en la playa también entraña posibles peligros. A continuación detallamos nueve peligros escondidos que acechan en la playa:
1. Corrientes de resaca
Los socorristas de la playa realizan el 80% de sus operaciones de rescate debido a las corrientes de resaca.
Las corrientes de resaca, son fuertes corrientes de agua canalizada alejándose de la orilla. Las potentes corrientes arrastran a los nadadores mar adentro.
Puede controlar si hay corrientes de resaca viendo las previsiones de la playa local para conocer las condiciones del agua, o preguntando a los socorristas cuando llegue a la playa.
Asegúrese de acudir sólo a playas donde haya socorristas presentes y utilice un chaleco salvavidas si no es un nadador experimentado. Recuerde que las corrientes de resaca se forman también en los días soleados.
Las corrientes suponen un peligro mayor antes de la temporada de huracanes, en los meses de septiembre y octubre.
Si queda atrapado en una corriente de resaca, nade paralelamente a la orilla. Nade de vuelta a la costa en ángulo con la corriente después de haber salido.
2. Olas que rompen en la costa
Este fenómeno se produce cuando las olas rompen en la costa en lugar del agua. El impacto producido por las olas rompiendo es parecido a un choque de coche.
Puede sufrir lesione de columna médula espinal, de cuello y espalda si la ola rompiendo le golpea. Las olas rompiéndose en la costa también arrastran a los niños al agua.
Controle las previsiones del tiempo locales antes de llegar a la playa, además de las previsiones de marea y para surfear.
No asuma nunca que conoce las condiciones de la playa aunque acuda a ella con regularidad.
Hable con los socorristas al llegar a la playa: le informarán acerca de las condiciones actuales de la playa y de los peligros.
3. Medusas, rayas y erizos de mar
Una picadura de medusa provoca sarpullidos, escozor y, en casos graves, posible daños neurológicos. Los socorristas y las autoridades locales colocan señales de advertencia cuando hay infestaciones de medusas en el agua.
Busque las señales y absténgase de nadar si ve uno. Recuerde que las medusas siguen el movimiento de la corriente y prefieren las aguas poco profundas.
Si ve una medusa estancada en la arena, aléjese de ella ya que el animal aún puede picar si los tentáculos están mojados. Un tentáculo arrancado también puede picar.
Si le pica una medusa, no lave nunca la herida con agua, ya que esta acción hace que se desprenda más veneno. Avise a los socorristas en la playa y le proporcionarán primeros auxilios. Si se manifiesta una reacción alérgica, acuda al médico.
Aunque ocurre raramente, las rayas pican con sus colas de púas si se sienten amenazadas.
Si está paseando por aguas pocos profunfas, procure prestar atención a donde pisa, ya que las rayas se esconden en la arena. Si las pisas y le pican en el tobillo, pie o pierna, sentirá un dolor enorme.
Una técnica para evitar las picaduras de rayas es arrastrar los pies cuando se camina. Mueva los pies para adelante y para atrás cuando camine por aguas poco profundas, lo que asustará a las rayas que huirán antes de que las pise.
Los erizos de mar son parecidos al coral, por lo tanto podría no ser considerados un peligro. No obstante, estas criaturas marinas pican cuando se entra en contacto con ellas.
La picadura deja fragmentos que provocan sarpullidos, dolor muscular y de articulaciones. Remueva los fragmentos con un baño de aceite o pinzas.
4. Hoyos en la arena
Su hijo cava un hoyo en la arena y usted le entierra dentro, luego se marcha del lugar cuando la diversión se acaba, sin rellenar el hoyo.
Los adultos que no ven el hoyo pueden sufrir un esguince de tobillo o un niño podría caer dentro del hoyo.
Cuando alguien cae en el hoyo, la arena lo cubre. Esto podría causar que la persona se asfixie si no se llega a tiempo.
Escudriñe la playa en busca de hoyos mientras da una vuelta por ella.
5. Floración de algas
Las floraciones de algas, o mareas rojas, se forman en las aguas de costa. Un pequeño porcentaje de estas algas es tóxico para los seres humanos y la fauna marina.
Si nada en el mar cuando hay algas y su cuerpo absorbe sus toxinas, puede tener vómito, diarrea y trastornos gastrointestinales.
Las colonias de algas aparecen como una película, una sopa espesa o costra en el agua. Su textura también suele parecerse a la del requesón.
Absténgase de nadar en el mar si nota esas colonias.
Los científicos predicen el momento y lugar donde florecerán las algas. Gracias a esta información, los funcionarios de sanidad pública y los responsables del litoral deciden cuándo cerrar las playas.
6. Infecciones por aguas contaminadas
Sistemas sépticos defectuosos, aguas residuales de barcos y buques no tratadas y fertilizantes contaminan el agua, causando el aumento del nivel de bacterias y substancias químicas nocivas.
Nadar en aguas contaminadas puede provocar enfermedades gastrointestinales. Además, podría sufrir de conjuntivitis e infecciones del oído.
Use colirios y gotas para los oídos para evitar infecciones y compruebe siempre las señales sobre la calidad del agua.
Las autoridades locales analizan el agua en busca de agentes contaminantes. Cierran la playa si uno o más agentes contaminantes superan los estándares sanitarios.
7. E.coli
El E.coli provoca sangre en las heces y espasmos estomacales. En la mayoría de los casos, la bacteria ataca a los niños menores de cinco años.
En casos graves puede provocar enfermedades renales y daños cerebrales ocurren en casos graves, así que hable con las autoridades locales y con los socorristas para informarse sobre la presencia de E.coli en el mar.
8. Tiburones
Las bajas mareas atrapan a los tiburones cerca de los bancos de arena costeros o entre bancos de arena. Sin embargo, los tiburones atacan en casos muy raros.
El museo de Historia Natural de Florida ha confirmado que menos de uno de cada cada tres millones de personas muere por un ataque de tiburón.
Pese a esto, procure no nadar nunca demasiado lejos de la orilla y esté siempre en grupo.
Los tiburones merodean por las aguas al atardecer y anochecer, así que evite nadar en estas horas del día.
Si tiene una herida sangrante, no vaya a nadar: los tiburones tienen un sentido del olfato muy agudo y el olor de la sangre los atrae.
Evite nadar con joyería brillante y bañadores de colores llamativos: los tiburones los confunden por las escamas de los peces.
9. Calor y quemaduras solares
Mucha gente va a la playa para tumbarse al sol. Aunque la vitamina D hace bien, la exposición excesiva a la luz solar causa quemaduras.
Las quemaduras solares graves envejecen la piel y causan ampollas y la exposición prolongada puede causar cáncer de piel.
En la playa, aplíquese constantemente protector solar. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, (CDC, por sus siglas en inglés) aconsejan un protector solar con factor de protección mínimo de 15. Además, beba unos 8-10 vasos de agua para mantenerse hidratado: las celúlas cutáneas se mantienen tersas si usted está hidratado, así protegiendo a las células más profundas.
Además, use ropa con tejidos apretados.
Haga caso a los expertos
Las autoridades locales y los socorristas disponen de los conocimientos más actualizados en materia de peligros ocultos de la playa, así que es vital hacerles caso y acatar las normas. Además, nunca debería planificar unas vacaciones en la playa sin incluir en los planes un seguro médico de viaje o un seguro de viaje.
Según lo hablado en este artículo, la playa está llena de daños potenciales que no pueden pasarse por alto. Si tiene la mala suerte de sufrir una lesión o enfermedad en su próximo viaje a la playa, es esencial contar con un seguro de viaje: le permitirá tener acceso a la mejor atención médica en un país extranjero, así se preocupará menos por el importe de la factura. De esa manera, podrá pasar su tiempo disfrutando bajo el sol.
