Siete objetos que puede llevarse de su vuelo. Y siete que no puede.

A la gente le encanta llevarse recuerdos de sus viajes. A veces estas baratijas acaban siendo mini botes de champú de los hoteles, o incluso revistas del respaldo del asiento del avión.

Todos sabemos que está más que bien llevarse los mini jabones del hotel, pero ¿está bien llevarse una revista del vuelo? Siga leyendo para descubrirlo.

Lo que puede llevarse

1. Calcetines y pijama

Si se lo ofrecen en su vuelo, cualquier auxiliar de vuelo estará encantado de proporcionarle un par de calcetines si no los encuentra en su asiento.

En los asientos totalmente reclinables se colocará un conjunto de pijamas para los pasajeros de primera clase en un viaje nocturno.

Por razones obvias, estas comodidades están pensadas para uso individual. Por lo tanto, puede llevarlos consigo.

2. Máscara para los ojos y tapones para los oídos

Siguiendo con el tema de dormir bien, las máscaras para los ojos y los tapones para los oídos suelen ser una necesidad. No se reparten a todos los pasajeros, pero son fáciles de conseguir si se solicitan.

En cuanto le envuelvan la cara o sellen sus canales auditivos, son suyos.

3. Toallitas y desinfectantes

Admitámoslo, los aviones no son los lugares más limpios. ¿Quién sabe qué manos han pasado por su reposabrazos y dónde han estado?

Muchas aerolíneas comerciales distribuyen toallitas antes del despegue o incluyen toallitas en las bandejas de las comidas.

Se le anima a utilizar los kits durante todo el vuelo, y también después. Se los puede quedar.

4. Bolsa para el vómito

No es divertido vomitar por el mareo.

Pero, ¿y si la compañía aérea de bajo coste en la que vuela no ofrece una bolsa para el mareo?

Siempre es bueno tener excedentes de vuelos anteriores. Nadie se opondrá a que se aprovisione de un par de bolsas de papel adicionales. Si su compañía aérea las proporciona, no dude en cogerlas cuando baje del avión.

5. Kit de amenidades

El kit de amenidades que se encuentra en su cabina de negocios o de primera clase es para usted.

Las aerolíneas se asocian con marcas exclusivas para crear artículos de aseo de lujo. Poner sus nombres en estos productos y bolsas sirve como técnica de marketing en cada viaje posterior en el que lleve el kit.

No deje que se desperdicien productos en miniatura encantadores que no va a usar de una vez.

Todos salimos ganando.   

6. Revista de a bordo

Para usted, es un recuerdo de su viaje en avión, repleto de escritos y fotografías sobre viajes.

Para la compañía aérea, es una promoción gratuita. Las revistas de a bordo suelen pedir que las lleve bajo el brazo o que se asomen por la parte superior de su maletín, literalmente.

Ignore a los pasajeros que le miren mal: que le juzguen y se pierdan una brillante adición a su colección de revistas.  

7. Comida y alcohol

Los obsequios comestibles son lo que todo el mundo ha atesorado en algún momento de su vida.

Cuanto más largo sea el vuelo, más comida habrá en el camino y más oportunidades habrá de guardar los refrigerios para más tarde. Las sobras selladas resultarán útiles para la espera en el tránsito, o para picar en el taxi entre reuniones. 

Además, cuanto más exclusivo sea el vuelo, mayores serán las posibilidades de servicio de alcohol. Los pasajeros pueden llevarse las botellas en miniatura. Pero no se ponga a codiciarlas simplemente porque son de cortesía.

Los viajeros de categoría superior pueden disfrutar de una o dos copas de vino de una botella entera, cuyo resto, si no se comparte con otros, acabará por el desagüe. Compruebe si en cambio puede llevársela.

Lo que no se puede llevar  

1. Mantas y endredones

Sí, son de buena calidad. No, no son baratos. Sí, se lavan y se reutilizan.

Las mantas y los edredones sólo sirven para hacer más cómodo el vuelo, no tiene derecho a llevárselas, independientemente de que vuele en clase turista, business o primera.  

Para que quede claro, las mantas se recogen antes del aterrizaje. O bien, la compañía aérea le cobrará por ellas por adelantado.

2. Almohada

¿Tira las almohadas en casa periódicamente? ¿O simplemente cambia las fundas?

La misma lógica se aplica aquí. Las almohadas son para apoyar la cabeza, solamente mientras es cliente de la aerolínea.

3. Auriculares

¿Se ha preguntado alguna vez por qué los auriculares de la mayoría de los vuelos tienen enchufes de dos clavijas?

¿Se le ocurre algún otro dispositivo con un diseño compatible?

Ahí tiene la respuesta: no tienen ningún valor si se los roban. Además, los auxiliares de vuelo pueden pillarte con las manos en la masa cuando pasen a recoger todos los auriculares en el tramo final del vuelo. Así que no se moleste.

La excepción son los baratos y endebles, que no se pueden reciclar ni reutilizar. Nadie va a fruñir el entrecejo si se los embolsa.

4. Cubiertos y vajilla

Las tazas y platos de cerámica, los vasos de cristal, los cuchillos y tenedores de plata y los saleros y pimenteros de cerámica están pensados para mejorar la experiencia gastronómica, no para que los saquee.

En cualquier caso, no querrá que la seguridad del aeropuerto le detenga por llevar cubiertos afilados en su equipaje de mano.

No dude en guardarse la cubertería de plástico que le apetezca.

5. Chaleco salvavida

Le sorprendería saber cuánta gente saca los chalecos salvavidas de debajo de los asientos. ¿Piensan ir al supermercado en el artilugio inflable de color neón? 

No sea esa persona.

Se ahorrará la molestia de meter el chaleco en su equipaje de mano, unos cuantos cientos de dólares para la aerolínea y el esfuerzo de la tripulación por reponer su insignificante robo.

6. Botiquín de primeros auxilios

Los botiquines de primeros auxilios suelen guardarse en un compartimento superior en un extremo del avión. Sacarlos a escondidas del vuelo requiere una estrategia del nivel de Misión Imposible.

Estos, al igual que los chalecos salvavidas, están ahí para la seguridad de los pasajeros. No ponga a los demás en peligro sacándolos de su vuelo.

7. Tarjeta de seguridad

Robar la tarjeta de seguridad es un intento desesperado de venganza por unas tarifas desorbitadas. Comparar el valor del trozo de papel plastificado con el precio del billete es ridículo.

Si se la roba, la aerolínea no pierde mucho, y usted tampoco gana mucho más allá de una sensación de satisfacción equivocada.

¿Qué hacer cuando se encuentras con un objeto que sus dedos están deseando coger, pero su conciencia lo cuestiona?

La forma más sencilla de resolver tu duda es preguntar. Consulte a la tripulación de cabina antes de robar algo. Pero esa puede ser una conversación incómoda que quiere evitar, como es lógico.

Recuerde que coger algo está bien cuando:

  • Es desechable
  • Se ofrece a comprarlo
  • Es una necesidad más que un deseo

Una vez que le han dado un paquete de aperitivos, va directamente a la basura, independientemente de lo que haya consumido o no.  

Poseer una cubertería de plata con el logotipo de Pan-Am o un recuerdo de su primer viaje en Airbus A380 sería genial, siempre que lo haya pagado.

Temblar de fiebre y abrigarse con una manta para pasar las formalidades del aeropuerto probablemente hará que la azafata se compadezca de usted, sobre todo si le explica la situación.  Piense antes de actuar y no tendrá problemas.

No hace falta ser codicioso

Aunque nunca sabremos por qué algunos pasajeros deciden robar objetos de las aerolíneas, algunos pueden pensar que tienen una buena razón. El equipaje de las aerolíneas se pierde en ocasiones. Quizá piensen que tener un par de auriculares extra o un botiquín nuevo para su viaje de senderismo es un buen seguro en caso de que se pierda la maleta.

En realidad, el mejor seguro para esta situación es el seguro de viaje. Si la compañía aérea pierde su maleta, su póliza de seguro de viaje le permite recibir una indemnización por los objetos perdidos. De este modo, podrá reponer lo que le falta de manera legal, en lugar de intentar colarlo de un 777.

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